Preludio 12, Claude Léger

El deseo atrapado por la cola

Durante los años negros de la Ocupación, Lacan y Picasso estaban en un mismo barco que llevaba por nombre “Trabajo, Familia, Patria… y apretarse el cinturón”. También están en la misma foto tomada en marzo de 1944 por Brassaï en casa de Michel Leiris, con motivo de una representación entre amigos de la obra de Picasso El deseo atrapado por la cola. Si Picasso atrapaba entonces el deseo por la cola, es porque tiraba del diablo por el mismo apéndice. Un poco antes, Lacan había ido a admirar la instalación de cajas de cerillas encajadas de Prévert en Saint-Paul-de-Vence, paradigma sublimatorio, según él, de la colección, pues estaba concebido con deshechos elevados, por acumulación, a la dignidad de la Cosa[1]. Breton (André) escribía: “Todo desecho al alcance de nuestras manos se debe considerar un precipitado de nuestro deseo”.

En 1941, año en que Picasso escribió su obra, él pintaba un Busto de mujer con sombrero, en el que las mitades superior e inferior de la cara están orientadas de forma diametralmente opuesta[2], produciendo una ilusión de movimiento, a modo de una fotografía movida[3].

“Yo no busco, encuentro”. Esa era la máxima de Picasso, que Lacan citó tantas veces. De hecho, había encontrado al Minotauro sin tener que perderse en el laberinto. Esta figura picassiana le abría perspectivas mucho más amplias[4] que las del academicismo de vanguardia que le había servido de trampolín.

En 1978 Lacan termina por constatar que no encontraba, pero que sin embargo seguía buscando. Entre sus preguntas había una que nos interesa particularmente: ¿por qué el deseo pasa al amor[5]? Respuesta : porque el poeta reemplaza el sentido (del deseo) por la significación (del amor).

Traducido al castellano por Carmen Nieto y Manel Rebollo


[1] Cf. J. Lacan, El Seminario, Libro VII, La ética del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1988

[2] Bastante más netamente que en La Mujer sentada (Jacqueline) del certel de la VIII Cita de julio

[3] Brassaï hizo muchas tomas de la foto de grupo del Deseo atrapado por la cola. En una de ellas sólo Lacan se había movido. Hasta el perro había aceptado mantener la pose.

[4] Minotaure fue una revista pluridisciplinar fundada por A. Breton, en donde la portada del Nº 1 se debió a Picasso, y en la que, entre otros, colaboraron, Leiris, Griaule, Caillois, Masson, Bataille y Lacan.

[5] “el deseo tiene un sentido; pero el amor , tal como lo expliqué en mi seminario sobre la Ética, tal como lo sostiene el amor cortés, no es más que una significación.” J. Lacan, Seminario “L’insu que sait de l’une bévue s’aile à mourre”, lección de 15 de marzo 1977, inédito